Pedir un aumento puede ser una tarea abrumadora. ¿Cómo consigues que el jefe lo vea a tu manera? Como profesional de la salud, es probable que sea muy valioso para su empleador. Sin embargo, incluso los trabajadores de la salud pueden encontrarse en una situación en la que pueden estar mal pagados.
La preparación es clave: no hable con su supervisor hasta que haya planeado su enfoque. Pedir un aumento es muy parecido a una presentación de ventas, y las ventas no son una habilidad que muchos profesionales de la salud puedan haber perfeccionado. Tanto si eres un enfermero, un médico, un técnico o un trabajador no clínico, estos consejos pueden ayudarlo a tener más éxito cuando le pida un aumento a su empleador.
Tiempo lo es todo
Los estudios han demostrado que los viernes los trabajadores están de mejor humor y, por lo tanto, más agradables. Claro, suena obvio, pero es mejor acercarse a su jefe al final de la semana, en lugar de al comienzo de la semana, ¡y especialmente no un lunes!
Rendimiento paga
Definitivamente pide el aumento cuando tu rendimiento esté en su punto máximo. Por ejemplo, si sus encuentros con pacientes son más altos que nunca, o si recientemente fue reconocido por un logro, premio o finalización de un proyecto importante: ahora es el momento de atacar, mientras que el hierro está caliente.
Haz tu tarea
Conozca su valor en el mercado. Hay varios sitios web que proporcionarán información de compensación. También puede utilizar asociaciones y publicaciones de atención médica para recopilar información sobre el ingreso promedio para su puesto. por ejemplo, el Asociación Médica de Estados Unidos publica rangos de compensación tanto para médicos como para profesionales de la salud relacionados. Asegúrese de tener en cuenta la región geográfica y el nivel de experiencia, que causan variaciones en el salario.
Nunca use sus facturas o gastos de manutención como una razón
Su costo de vida no es asunto ni responsabilidad de su empleador. Su aumento debe basarse únicamente en el mérito, no en el auto nuevo que acaba de comprar.
Tenga otras fichas de negociación listas
En el peor de los casos, si su supervisor no puede o no está dispuesto a proporcionarle el aumento que está solicitando, tenga un Plan B. Intente solicitar otros beneficios además del efectivo, como días de vacaciones adicionales, mayor flexibilidad laboral o una oficina en la ventana. Puede solicitar nuevos dispositivos, como un teléfono celular, una computadora portátil o algo que su empresa pueda cancelar como gasto comercial.
Transmita claramente su valor financiero a la empresa
Resalte su contribución al resultado final. Por ejemplo, si es fisioterapeuta, multiplique el número de pacientes que trata por el promedio cargo facturado por cada visita del paciente, para calcular los ingresos aproximados que generas en un año determinado. Esto cuantifica claramente su valor para su supervisor, y el aumento que solicita es solo un porcentaje muy pequeño de los ingresos anuales que aporta a la empresa. Este mismo enfoque puede ser utilizado por enfermeras, técnicos y administradores. Calcule su impacto directo en el resultado final como productor de ingresos o ahorrador de gastos generales, y sea capaz de ilustrarlo claramente a su empleador de atención médica.
Ahora que está preparado, es hora de comunicarse con su supervisor y establecer un horario para hablar sobre por qué merece un aumento. ¡Buena suerte!