Rápido y ágil, el café racer fue desarrollado por motociclistas ingleses en la década de 1960 con el propósito de carreras de corta distancia de un lugar de reunión (generalmente un café) a otro. El más famoso de estos cafés fue el Ace Café en Londres (que probablemente explica la pronunciación alternativa, kaff racer, que es la jerga británica para café). Cuenta la leyenda que los motociclistas salían corriendo del café, después de seleccionar un determinado récord en la máquina de discos, e intentaban regresar antes de que terminara el récord. Esta hazaña a menudo requería alcanzar una velocidad conocida como "la tonelada" o 100 mph.
El típico café racer
En Inglaterra durante la década de 1960, las motocicletas asequibles que podían llegar a "la tonelada" eran pocas y espaciadas. Para el trabajador promedio y el propietario de una motocicleta, la única forma de lograr el rendimiento deseado era sintonizar la motocicleta con varias opciones de carreras. Las piezas de afinación fácilmente disponibles facilitaron la tarea. Los pasajeros agregarían más piezas según lo permitieran sus presupuestos. A medida que los ciclistas agregaron más y más piezas, comenzó a materializarse un aspecto estándar.
Algunas de las características de los primeros café racers incluyeron:
- Tuberías barridas hacia atrás
- Clip-ons o barras "Ace"
- Silenciadores de megáfono de cono inverso (un nombre muy inapropiado; las bicicletas posteriores usaban silenciadores Dunstall, que eran silenciadores producidos por tuning leyenda Paul Dunstall)
- Neumáticos TT 100 Dunlop
- Carburadores más grandes
- Juegos traseros
Evolución del corredor
Para muchos ciclistas, tener el aspecto de café racer era suficiente. Pero cuando el mercado de piezas de tuning realmente comenzó a despegar a mediados de los 60, la lista de piezas disponibles y deseables creció. Además de las piezas de ajuste del motor, varias empresas comenzaron a producir asientos y tanques de repuesto. Estos reemplazos se parecían a las tendencias actuales en las carreras de motocicletas: asientos con jorobas y tanques de fibra de vidrio con hendiduras para limpiar los clips y las rodillas del conductor. También estaban disponibles versiones de aluminio más caras.
Para agregar un aspecto más de carreras, los propietarios de café racer comenzaron a instalar un pequeño carenado montado en el manillar (como se ve en los corredores Manx Norton). Se evitaron los carenados completos, ya que cubrirían las carcasas del motor de aluminio pulido y los tubos de cromo barridos hacia atrás.
Un híbrido legendario
Aunque muchos ciclistas instalaron diferentes amortiguadores traseros para mejorar el manejo de sus máquinas, la definición El momento del desarrollo de café racer llegó cuando se instaló un motor Triumph Bonneville en un Norton Featherbed chasis. Cariñosamente llamado Triton, este híbrido estableció nuevos estándares. Combinando lo mejor de los motores británicos y el mejor chasis, se creó una leyenda urbana.
Otras lecturas
- Walker, Mick. “Café Racers of the 1960s: Machines, Riders and Lifestyle, a Pictorial Review.” The Crowood Press, 2007.