La palabra escrita es una de las herramientas más importantes de la profesión legal. Las palabras se utilizan para abogar, informar, persuadir e instruir. Aunque dominar redacción legal toma tiempo y práctica, las habilidades superiores de escritura son esenciales para el éxito y usted puede tomar medidas para mejorar las suyas.
Recuerda a tu audiencia
![Abogado investigando en cámaras](/f/142ed7dcf1d71703a81c915045151bf1.jpg)
Cada palabra que escriba debe adaptarse a las necesidades del lector. Los documentos que incorporan la misma investigación y mensaje pueden variar mucho en contenido y tono según la audiencia a la que se dirige el documento. Por ejemplo, un escrito presentado al tribunal debe abogar y persuadir. Un memorándum para un cliente debe analizar los problemas, informar el estado de la ley y recomendar un curso de acción apropiado. Siempre tenga en cuenta a su audiencia cuando elabore cualquier pieza de escritura.
Organiza tu escritura
La organización es la clave para una escritura legal exitosa. Cree una hoja de ruta para su escritura utilizando pistas visuales para guiar al lector. Introduzca su tema en un párrafo introductorio, use frases de transición ("además", "sin embargo", "además", etc.) entre cada párrafo, presente cada párrafo con una oración principal y use títulos y subtítulos para dividir bloques de texto. Limite cada párrafo a un tema y resuma su mensaje con una oración o párrafo final. La estructura organizacional guía al lector a través de su texto y promueve la legibilidad.
Deshazte de la jerga legal
Legalese (frases y jerga legal especializada) puede hacer que su escritura sea abstracta, forzada y arcaica. Ejemplos de jerga legal incluyen palabras como antes mencionado, adjunto, hasta ahora y en donde. Deshazte de la jerga legal innecesaria y otra jerga en favor de lo claro y simple. Para evitar la jerga legal y promover la claridad, intente leer su oración a un colega o sustituya las palabras abstractas por términos simples y concretos. Por ejemplo, en lugar de usar "Recibí tu correspondencia", usa "Recibí tu carta". Es más claro y más conciso.
Sé conciso
Cada palabra que escriba debe contribuir a su mensaje. Omita palabras extrañas, acorte oraciones complejas, elimine redundancias y manténgalo simple.
Considere la siguiente oración:
“Debido al hecho de que el demandado no ha intentado devolver el dinero adeudado a nuestro cliente por un monto de $3,000, se ha vuelto absolutamente esencial que emprendamos las acciones legales apropiadas para obtener el pago de la cantidad antes mencionada”.
Una versión más concisa dice: “Dado que el demandado no ha pagado los $3,000 que le debe a nuestro cliente, presentaremos una demanda en busca de reembolso”. La última oración transmite la misma información en 18 palabras frente a 44. Omitir palabras innecesarias ayuda a aclarar el significado de la oración y agrega impacto.
Usar palabras de acción
Las palabras de acción hacen que su prosa legal sea más poderosa, dinámica y vívida. Agregue fuerza a su escritura con verbos que le den vida a su prosa. Aquí están algunos ejemplos:
Débil: El acusado no dijo la verdad. Mejor: El acusado mintió.
Débil: El testigo entró rápidamente en la sala del tribunal. Mejor: El testigo entró corriendo a la sala del tribunal.
Débil: El juez estaba muy enojado. Mejor: El juez se enfureció.
Evita la voz pasiva
La voz pasiva disfraza la responsabilidad de un acto eliminando el sujeto del verbo. La voz activa, por otro lado, le dice al lector quién está actuando y aclara su mensaje. Por ejemplo, en lugar de “no se cumplió el plazo de presentación”, diga “el abogado del demandante no cumplió con el plazo de presentación”. En lugar de “se cometió un delito”, diga “el acusado cometió el delito”.
Editar sin piedad
Edite su escritura sin piedad, omitiendo palabras innecesarias y reescribiendo para mayor claridad. La revisión cuidadosa es particularmente importante en escritura legal. Los errores de ortografía, puntuación o gramática en un documento presentado ante el tribunal, el abogado contrario o un cliente pueden socavar su credibilidad como profesional del derecho.